lunes, 16 de junio de 2008

¿Guerra a la publicidad o a los graffitis?

Leemos en un blog de Periodista Digital un artículo etiquetado como "contrapublicidad", en el que su autor, Siro López, lanza una crítica hacia el abuso de publicidad en lugares públicos con un discuro en pro de la libertad de expresión de los jóvenes mediante el graffiti:

A los habitantes de las ciudades ya no les queda espacio para expresarse fuera del control de las autoridades. Las plazas de encuentro y reunión se han trasformado en Centros Comerciales en los que, por supuesto, es imposible desplegar una pancarta, pegar un cartel o manifestarse pacíficamente. Tampoco el nuevo grupo musical de jóvenes puede anunciar su primer concierto sin que esté prohibido servirse de la pared para hacer saber su nueva iniciativa. Ya no quedan espacios habilitados para ello ni espacios públicos de encuentro y de expresión. Si nos fijamos en el metro, un transporte público que todos pagamos, se encuentra invadido por los verdaderos graffiteros: empresas y multinacionales. Nos invaden los suelos, paredes, escaleras, pasamanos, pantallas de vídeo que proyectan sobre nuestras cabezas y un largo etc. Es imposible descansar nuestra mirada. Nos invaden y aquí parece ser que no pasa nada. ¿Quién contamina a quién? ¿Los jóvenes y adolescentes que tratan de sobrevivir a su búsqueda de identidad o las grandes marcas comerciales que succionan todo pensamiento crítico?
Se anuncian por parte de los políticos grandes campañas de tolerancia cero a los graffitis y pintadas. ¿No sería más coherente escuchar los mensajes de nuestros adolescentes y poner límite a los graffitis publicitarios de los adultos? Apostemos por una buena educación crítica y responsable, que evite las gamberradas, que garantice la libre expresión y creatividad, y velemos por los espacios públicos que son de todos y no de unos pocos.

Podéis leer el artículo en su contexto original aquí.

5 comentarios:

Mon dijo...

Ante todo diré que soy creativo. Pero no al uso. Y además soy consciente de lo que supone mi profesión a nivel moral. Pero coincido (como no), con este articulo, ya que la saturación publicitaria e incluso auditiva (ya ni en el metro dejan de sonar los moviles), está muy presente. Tanto que crea indiferencia. Y si no tiempo al tiempo.
Pero la solución tampoco es dar la voz a los jóvenes. La juventud en si misma no es un valor, sino una enfermedad que se cura con la edad. Creo que lo mas normal seria desaturar los espacios publicos (empezando por desalojar del poder a ESPE), y crear espacios de expresión social publica. Tanto para jovenes como para adultos.

Al final va a ser cierto que "el ser humano... es extraordinario".

Mon dijo...

Y por cierto, el grafitti es un arte... RELATIVAMENTE. Los hay que son artistas, y otros no. Pero cambiar publicidad por grafittis tampoco. No hay porque ensuciar las calles con lo uno ni con lo otro.

Patricil dijo...

Hay graffitis que ensucian y graffitis que decoran. Con la publicidad supongo que pasa lo mismo. El tema está en la aportación de valor añadido por parte de los anunciantes, en el interés que pueda generar en su público.

Creo que eres el primero que nos firma en este blog jajaja

Mon dijo...

Es que cuesta acceder a él! he llegado trasteando por tu perfil, creo recordar. El Blog esta muy bien, el espiritu es bueno, pero yo trataria de ser neutral, es decir, critica feroz tanto a la publi como a la antipubli banal o frivola. Hay que cambiar el mundo, desde dentro... o desde fuera.

En lo que discrepo de ti es en que NO hay publi que decore o no ensucie, jajaja. Yo me la cargaba toda. (ganas tengo de montar un chiringuito en la playa y dejarla atrás...)

Patricil dijo...

No me refiero a publicidad bonita, que "decore" literalmente; sino a publicidad que haga algo por la gente. Que sea interesante para ellos.

Lo del chiringuito no está mal, aunque se está mejor detrás de la barra!